El estrés de las fiestas de diciembre y las resoluciones de Año Nuevo son dos de las razones para la disolución de uniones conyugales en esta época. La llegada de un nuevo año generalmente está ligada a nuevos inicios y, por supuesto, a cambios en muchos aspectos de la vida. Entre ellos, puede haber un cambio en el estado civil y generar un divorcio nuevo.
No por nada se conoce a enero como el mes más peligroso para las relaciones. Por extraño que parezca durante el primer trimestre del año aumentan las peticiones de disolución matrimonial. Las festividades, junto a los preparativos y la emotividad que conllevan pueden dejar desbalances en el área sentimental. Por eso, aunque enero es un mes en el que estamos repletos de energía para cumplir nuestros propósitos de año nuevo, es posible que antes de ocuparnos en ese proyecto de año nuevo se haga necesario solucionar algunos problemas del pasado.
Debemos recordar que las discusiones son normales en todas las relaciones y aprender a ponernos en el lugar del otro es fundamental, ya sea para mantener una convivencia sana o aprender a dejar ir con serenidad y agradecimiento a esas personas tan especiales en nuestra vida. Lo más importante es que si estás pensando en el divorcio, no se trate de una decisión apresurada de la que podrías arrepentirte.
¿Porqué hay separaciones en enero?
Por extraño que parezca, diciembre puede ser agotador y saturar mental y físicamente a algunas personas. La presión social, la introspección propia de cada cierre del ciclo anual, las reuniones familiares y las incertidumbres del inicio de un nuevo año pueden generar sentimientos de culpa, abrir heridas o recordarnos alguna pérdida que duele en lo profundo de la consciencia sin saberlo.
Laura y Sebastián ¿Cómo un plato roto se parece a un corazón herido?
Imagina a Laura y Sebastián: se aman profundamente, tienen un hijo de 5 años llamado Julián y llevan 10 años de matrimonio. No saben si les renovarán sus contratos laborales y han decidido hacer un postre navideño para olvidar sus preocupaciones. De repente Julián ha entrado a la cocina jugando al dinosaurio más veloz con su niño y a Laura se le ha caído un plato de la vajilla que Sebastián compró específicamente para las fiestas.
Entre la recogida de los fragmentos, la discusión y el llanto de Julián la cocina de la casa se convierte en un territorio de peleas sin sentido. En medio de la desesperación, Laura dice a Sebastián que quiere terminar el matrimonio y él contesta que le parece perfecto. Esto es una escalación de conflicto que se convierte en algo muy complicado ¿Suena familiar?
En época navideña, las parejas deciden ser un equipo para lograr tareas aparentemente simples, que pueden dejar al descubierto algunas debilidades relacionales. Actividades hermosas y alegres como decorar o comprar regalos pueden convertirse en desafíos cuando hay problemas familiares sin sanar. Por eso, cuando pasa el año nuevo y se cae en cuenta que diciembre trajo gastos extra y a veces relaciones difíciles con las familias invitadas. El ambiente festivo termina, llegan las discusiones y es como si un sueño acabara de repente para entrar en la realidad.
Esto ocurre porque no sabemos verbalizar ni decir de forma adecuada aquello que sentimos. Dejamos que las heridas pasadas y la ira nos dominen. Luego acabamos arrepentidos y sintiendo que somos tan frágiles como ese plato que se ha quebrado y no volverá a ser igual si lo tratamos de reparar. En la soledad de la noche nos culpamos y sabemos que no podemos remediar nuestras heridas ni las del otro y esto genera malestar en ambas partes de la pareja.
La buena noticia es que entender que somos responsables de nuestras palabras y actos es el primer paso para solucionar de una forma madura nuestros problemas.
Para pensar antes de recurrir al divorcio.
La separación de una pareja es una decisión que se debe tomar a consciencia y que debe beneficiar a ambos miembros, no es algo que deba tomarse a la ligera. Es normal que las parejas tengan discusiones y rupturas en su proceso de crecimiento y cambio, pero esto no debe generar maltrato físico o psicológico. Por eso es necesario reflexionar de una manera concienzuda y acudir a terapia de pareja antes de recurrir a esta opción. Estos son algunos tips, que puedes tener en cuenta si sientes que tu relación de pareja comienza a derrumbarse.
1. Si acabas de tener una discusión espera a que pase el malgenio: pregúntate porqué se dio la pelea sin poner la culpa en tu pareja. Piensa en las acciones de ambos que generaron malestar y como pueden evitarlas o mejorar estos puntos.
2. Reflexiona acerca de las cosas que son detonantes para ti y en aquellas que han generado malestar en tu pareja. Cuando estamos enojados tendemos a pensar que damos y recibimos de forma dispareja, es importante entender que no todas las personas demuestran afecto, tristeza o enojo de la misma manera y que muchas veces un gesto que nos parece muy simple puede parecer muy grande para otra persona.
3. Pon en perspectiva los problemas ¿Realmente son tan grandes e insuperables? Si los problemas no son tan grandes: Hagan una lista de 3 cosas realistas que cada uno puede hacer para mejorar su situación. Y con esta lista, creen una serie de tareas que ambos deben cumplir.
4. Si es necesario acude a una terapia: los terapeutas, psicólogos, sexólogos, psiquiatras y especialistas son personas capacitadas que han tratado casos similares. Pueden ayudarte a comprender tu psicología interna y los traumas que no se han sanado. Así mismo los profesionales pueden educar tu mente para dejar de pensar en términos de víctimas y victimarios y no caer en relaciones de codependencia. Una terapia bien llevada te ayudará a generar rutinas efectivas y encontrar modos de retomar tu paz interior y reconocer aciertos y errores,
5. Si los problemas son irreparables: traten de llevar el proceso de separación con calma, respeto y amor, siendo conscientes de que esa persona también ha sido parte de su vida, también invirtió sentimientos y también siente y sufre. Las separaciones deben ser para generar paz en las parejas o familias y llevarse con madurez y sensatez. Armar pataletas no le hará bien a nadie. Si tu pareja no quiere ir a terapia puedes leer este articulo para tomar darse una nueva oportunidad.
¡Un gran abrazo y un feliz año!
Dominique Hennechart
Psicólogo

Acompaño a las parejas para emprender un camino consciente para ser feliz.
Por medio de mi consulta individual y de pareja se restablece el vínculo y se fortalece el amor verdadero.
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