Una pareja feliz se construye con consciencia.
Centenas de autores se han cuestionado sobre lo que une y hace perdurar a las parejas, se hicieron estudios científicos detallados para descifrar el comportamiento matrimonial. Después de múltiples lecturas y de reflexionar sobre el tema, considero que una pareja feliz se construye con consciencia y tendrá altas probabilidades de pertenecer unida aplicando estos cinco principios.
Nadie sabe cuánto tiempo va a mantener su relación, las relaciones afectivas tienden a disminuir a lo largo de las últimas décadas. El cambio de pareja puede ser saludable, un desastre, o una búsqueda cambiante y periódica de estabilidad y felicidad. Cada ser humano pareciera tener un destino y unas heridas para sanar, el compañero o la compañera de vida juega un papel fundamental en el logro o en el fracaso de su existencia.
Cinco principios aplicables.
“Los 5 principios de la pareja consciente y feliz, cómo permanecer unidos en la relación” es el título del libro que publiqué, estas cinco reglas las condensé en cinco verbos; son guías para lograr una dinámica de vida coherente en acuerdo consigo mismo y con los demás. Estos 5 principios son: valorar, conocer, equilibrar, gestionar, dinamizar.
“Los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad. (…) Stephen R. Covey define los principios como faros y como leyes naturales que no se pueden quebrantar.” como lo menciona Wikipedia en la definición de principio en ética. Científicos y filósofos tratan de descubrir los secretos de la naturaleza humana, humildemente yo también.
Valorar, es el aprecio a tu pareja.
Valorar es apreciar la elección que hicimos por una persona especial, la escogimos de forma voluntaria aunque muchas veces la química del amor nos impulsó sin reflexión. Aceptamos que no somos perfectos y nos enfocamos en lo positivo que puede ofrecernos, hacemos lo necesario para que el otro esté a nuestro lado. Lo valoramos por lo que es y nos aporta.
Es aceptar lo que no nos gusta de la otra persona, tolerar lo diferente, agradecer su presencia en nuestra vida por lo que despierta de bueno en nosotros. Cuando hay respeto entendemos el valor de cada persona, independientemente de sus defectos y limitaciones.
Para lograrlo, los detalles espontáneos, el cariño y la gratitud son los antídotos contra la tentación del enjuiciamiento “desvalorizante”.
Valorar es amar con aprecio a la pareja, es dar espacios a sus opiniones y percepciones. Es tomarla en cuenta al momento de decidir sobre asuntos relevantes para la relación y que podrían incidir significativamente en su rumbo. Una pareja feliz se construye con consciencia y es clave permitir su influencia en asuntos decisivos. El compromiso y dar valor al otro fortalecen el vínculo de amor.
Conocer es descubrir al otro.
Conocer íntimamente el mundo del otro abre las puertas a un nexo pleno y evolutivo. Sin embargo, antes de aprender del otro es importante tener un interés en conocerte a ti mismo. Muchos conflictos radican en que proyectamos sobre el otro lo que no hemos podido resolver. Antes de dibujar el mapa de amor de tu pareja es necesario hacer tu propia cartografía y sanar.
Conocer la historia del otro es tan importante como conocer la propia. Esa información, nos permite entender que nuestras conductas son fruto de experiencias individuales específicas y también son el reflejo de un pasado que pertenece a una cultura familiar ancestral. Con el conocimiento del otro podemos comprender comportamientos y aprender a desarrollar la compasión, que es amor.
Para tener una buena comunicación y alimentarla, es indispensable que desde el principio haya interés por el otro. Por mucho amor e interés que exista entre dos personas, no es suficiente para ser felices. El secreto del éxito en las parejas estables es tener un alto nivel de conocimiento mutuo y de inteligencia emocional que se refleja en el día a día.
Equilibrar, es vivir el dar y el recibir.
Conseguir el equilibrio en una relación de pareja es difícil, esta búsqueda es necesaria para permanecer unidos aplicando estos cinco principios. Es un juego permanente entre ‘el dar y el recibir’, un desafío constante para estar a la par, para que la balanza no se incline hacia algún lado. Una pareja feliz se construye con consciencia cuando mira al otro de igual a igual, cuando se acepta sin restricciones y trabaja como equipo.
En una pareja, la dinámica es de reciprocidad a la par, no existe una relación de mayor a menor. La pareja tiene un nivel de equivalencia, las dos personas deben dar y recibir amor. Así como hay un balance en el amor, existe también un equilibrio en los daños recibidos y dados. Es por la ley de reciprocidad sin que haya un sentido moral, dar y recibir es una energía de intercambio ineluctable.
Cuando se sabe recibir y se sabe dar, hay una intención natural de devolver lo recibido. Y cuando se retribuye con algo adicional, se crea un círculo virtuoso de amor. Es un vortex de energía positiva que eleva las dos conciencias. Cuando se hace daño en la pareja se devuelve de igual forma pero con menos intensidad para mantener el equilibrio, aunque esto contradiga algunos conceptos religiosos.
Gestionar, para ordenar la vida material y emocional.
El matrimonio es como una empresa: para alcanzar los resultados que se esperan, se debe realizar una adecuada gestión de los recursos. A largo plazo el amor no basta, la empresa matrimonial requiere una estrategia clara que la conduzca al éxito que es permanecer unidos y ser una pareja consciente y feliz. Es conformar un equipo eficiente en lo que les toca a diario.
Gestionar tiene un componente de control interno y externo. La vida en pareja significa emplear la inteligencia emocional para resolver los conflictos y controlar las emociones. Es también definir objetivos y tácticas precisas, pero sobre todo, entrar en acciones coherentes que sirven a la familia.
Se considera que una pareja tiene buena administración y un buen pronóstico de éxito cuando existe un objetivo común y un mapa para llegar a las metas que establecieron juntos. También deben definir un tiempo para el trabajo, para los hijos y otro para la pareja, así como un tiempo para la familia política y para las vacaciones.
Dinamizar, para seguir con entusiasmo.
Dinamizar la pareja significa aportar una dosis extra de energía, brindar un impulso a la relación, que ayude a avanzar y a darle ese movimiento necesario para que no se estanque, para que haya evolución y crecimiento. La existencia misma está en constante movimiento y la vida en pareja no puede ir contra esa premisa.
Siempre hay espacio para las sorpresas, para descubrir nuevas oportunidades. La imaginación es uno de los factores indispensables para añadir dinamismo a la pareja y reforzar la conexión íntima. La sexualidad es uno de los elementos fundamentales de la dinamización de la pareja, sin esta dimensión, solo son un par de compañeros.
La dinamización es el proceso de generar un cambio para que la rutina y el desinterés no acaben con una unión importante. Compartir actividades deportivas, recreativas, artísticas y vacaciones son ideas eficaces. Un proyecto de vida en común que respete a las dos individualidades es un pilar de la relación. Las parejas felices se caracterizan por su capacidad para reinventarse y vivir nuevas aventuras.
Permanecer unidos con los cinco principios accionables.
Cada pareja es única y la felicidad es una construcción de dos personas que establecen acuerdos, marcan objetivos y disfrutan de forma original. Te invito a que emprendas esta apasionante aventura con humildad y confianza, con un firme compromiso para apostar de forma inteligente por un futuro, juntos.
Una pareja feliz se construye con consciencia, en base al conocimiento y a una actitud positiva. El amor es voluntad y disfrute. Los principios expuestos en este libro te servirán como útiles pistas para emprender un camino más consciente y placentero. Sin embargo, debemos tener presente que no son fórmulas milagrosas, se ponen en acción por decisión.
Resumí este conocimiento en solo cinco acciones positivas que te pueden cambiar las perspectivas de un matrimonio. Valorar, conocer, equilibrar, gestionar y dinamizar son hábitos que te ayudarán de la misma manera que me ayudaron a mí. Esas sencillas palabras encierran un gran poder, ¡aprovéchalas!
Comprando este libro estará entrando en el camino de una pareja consciente y feliz. Bienvenido.
Dominique Hennechart.
Psicólogo, terapeuta de parejas.

Es importante tener claves sencillas para recordar todos los días que se construye la pareja, gracias.
Si los principios son hechos para aplicarlos 🙂