Estar contentos y disfrutar en pareja, no es solo algo circunstancial, también requiere saber organizar momentos especiales. Hubiera podido quedarme en mis quehaceres citadinos, pero decidimos que estaríamos juntos con mi esposa en un congreso de medicina en la costa caribe. Ella es dermatóloga y participa en este evento de formación internacional. Mientras estaba en las conferencias, trabajé en el hotel durante estos 5 días, también aproveché del ocio y de su buena compañía femenina.
Disfrutar con la pareja, una cuestión de perspectiva
Estuvimos felices en este hotel cinco estrellas, tomando el sol y pisando descalzos la arena, disfrutamos el calor mientras nos bañábamos en el mar y probamos las distintas piscinas del resort. Visitamos amigos franceses en Cartagena de Indias, probamos pescado fresco en restaurantes finos, paseamos sobre las murallas históricas y nos conectamos con esta ciudad muy colorida.
Al hablar con otros médicos, me di cuenta de que no somos la norma… Planeamos y decidimos disfrutar plenamente de este momento de ocio. Al salir del hotel, el último día, me vi con una amiga dermatóloga, le comenté que íbamos todos los días al mar al finalizar las tardes. Me quedé aterrado cuando dijo “¡Oh que rico Dominique!, si debe ser muy bueno, pues no fui al mar ni a las piscinas, metida en las conferencias, sabes cómo es… “.
Mi esposa comentó que muchas profesionale cohibían de disfrutar con la pareja y no iban a bañarse en el mar por no descuidar su peinado. Vi el caso de la mía, que, si se podía arreglar el cabello después del mar, algo de champú y de secadora eran posible en solo media hora…
¿Por qué no planear para lo que nos hace felices?
¡Justo al lado del mar, solo para mirarlo, no era cuestión de tiempo. Para disfrutar con la pareja solo hay que tomar la decisión. Se requiere tomar el riesgo de mojarse para que el cuerpo se beneficie de las múltiples propiedades curativas de las olas y respirar la brisa con su yodo tan necesario para nuestro organismo.
Respeto el conocimiento científico impartido en estos lugares encerrados y regulados por el aire acondicionado, sé que tiene su validez. Sin embargo, algo de organización en pareja permite aprovechar para tener momentos de relajación.
Estar con tu pareja es también saber lo que harán juntos, con el fin que este tiempo no se convierta en una sesión individual de conversatorio con la pantalla del teléfono móvil. Saber disfrutar con la pareja es planeación y decisión. A cada momento podemos estar molestos por circunstancias externas e imprevistos o podemos optar por vivir y gozar cada instante como se presentan y dar prioridad al esparcimiento.
Si no se sabe reconocer estas fracciones temporales y espaciales donde el clima, la naturaleza, la comodidad, la compañía del otro y las posibilidades de salir de la rutina están aquí, es muy probable que no podamos disfrutar con la pareja en las obligaciones diarias. La rutina nos desgasta y cuando hay oportunidades que llegan, es el momento de aprovechar para dar espacio de gozo.
Aprovechar las circunstancias, un estimulante para el amor
Los cambios de ambiente pueden ser beneficiosos ambos miembros de la pareja si se sabe disfrutar con la actitud adecuada y la organización necesaria. Con los nuevos tiempos donde el teletrabajo ha tomando una dimensión que nadie hubiera podido imaginar hace unos años, es posible ahora tomar vacaciones y trabajar al mismo tiempo. Hoy podemos ser productivo donde sea.
Cada viaje, cada lugar nuevo que conocemos es un recuerdo que formamos y que se convierte en parte de nuestra vida, aprender a disfrutar con la pareja, de forma respetuosa y con el corazón lleno de agradecimiento es la clave para que estos recuerdos sean.
De regreso al hotel
En el hotel me vi con un médico que conozco desde hace muchos años, le comenté que iba a quedarme en Islas del Rosario por una noche más. Me sorprendió cuando me dijo que no conocía las islas del Rosario y San Bernardo.
Cualquier colombiano que va a Cartagena se maravilla con este archipiélago que queda a una hora en lancha de la costa compuesto por 28 islas y su reserva natural marítima. O con sus magníficos corales. Incluso se ve como ofrecen circuitos turísticos para ir allá. Puedes almorzar y bañarte por un precio módico.
Regresando a la charla, comenté a este médico que los días festivos los tiquetes aéreos se duplican. Con mi pareja, decidimos que esta diferencia de precio la íbamos a invertir en una noche adicional en una cabaña en una de las islas del Rosario. Así con algo de organización pudimos disfrutar de un sitio paradisíaco donde había solo cuatro cabañas y de una playa privada frente al mar. Fue un placer planeado que nos permitió recargar las baterías en un sitio privilegiado.
Invierte en tu placer
La relación de pareja es como una cuenta bancaria donde el capital sube y baja. Hay muchos gastos. La rutina y los deberes restan al capital, las molestias y las diferencias hacen que el saldo en cuenta a veces se encuentre en rojo. Cuando se sabe aprovechar del momento o cuando el disfrute está bien planeado nos permite recargar la cuenta y abonar un nuevo dineral al capital del amor.
Disfrutar con la pareja es similar a las finanzas, se requiere invertir algo de dinero y de tiempo para organizar el viaje, tener una mente centrada y un corazón abierto para que todo el proyecto de aumento del capital afectivo rinda y la inversión se consolide.
Para terminar la historia del viaje fui a bucear, allí abajo a unos veinte metros de profundidad podía delectar de los corales y peces de todos los colores. En el barco, se hablaba inglés, había australianos, norteamericanos, chilenos y franceses, no había colombianos. Si vas de viaje con tu esposa sin importar que estés casado desde 3 años o 30 años, date el tiempo para organizar este recreo. Planea buena comida, sorpresas, disfruta plenamente del instante, hay lugares y momentos únicos, depende solamente de ti para decidirte a crear recuerdos maravillosos y compartir.
Dominique Hennechart
Psicólogo

Acompaño a las parejas para emprender un camino consciente para ser feliz.
Por medio de mi consulta individual y de pareja se restablece el vínculo y se fortalece el amor verdadero.
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