El padre y la madre son fundamentales en la crianza de un ser humano y ayudan a equilibrar la visión del mundo de los hijos. Son pilares fundamentales de la vida. Así como el sol y la luna ayudan a equilibrar los ciclos del día y la noche en el mundo. El padre, nos ilumina, nos da su fuerza y nos guía. Mientras la madre como la luna nos cuida, nos mantiene a salvo y protegidos cuando somos más débiles. Esta comparación puede parecer un poco forzada, pero así, como pocos imaginamos una vida sin sol o luna, resulta difícil imaginar una vida sin padre o madre.
El padre, un rol de autoridad y amor necesario
Los niños aprenden a enfrentar las situaciones de la vida mediante la imitación del ejemplo de quienes los cuidan. La presencia de una figura paterna es importante. Con el fin de que se genere una maduración mental acorde con los retos que implica crecer en una sociedad donde existen roles y expectativas que cada ser humano aprende a sobrellevar diariamente.
El padre, o una figura que pueda ayudar a reforzar la presencia de un hombre en la vida de un niño o niña tienen efectos positivos en su desarrollo. Desde temprana edad los niños prenden de su padre y madre a desarrollar la autoestima. El núcleo familiar es uno de los primeros círculos sociales donde se comienza a expresar la la identidad y en este se logra a lo largo de la vida que se vayan formando poco a poco los estándares emocionales que cada persona buscará en la adultez.
Niños y niñas más felices con buenos padres
Desde los primeros años de infancia, la figura del padre forma parte de un vínculo afectivo y emocional fuerte, que a menudo es determinante en la forma de ver la vida de cada ser humano.
Cuando una mujer tiene una figura paterna adecuada desde la infancia, esta servirá como una referencia de la masculinidad. Y también le ayudará a comprender los valores o los comportamientos que deseará compartir con sus parejas en el futuro. Por otra parte, la figura de un padre en el niño, lo ayuda a comprender su rol de género y lo que se espera socialmente de él.
En ambos casos los padres le enseñan a los niños las conductas que deben seguir en casa, con sus amigos y cómo ser autónomos para desenvolverse en situaciones sociales como el colegio, los eventos, los juegos, entre otros.
Los niños que han sido abandonados por sus padres o han perdido a alguno de sus progenitores deben tener fuerza extra para afrontar la vida y aprender a crecer y madurar en un tiempo récord. Este proceso puede ser traumático o generar cargas emocionales que no son normales en la infancia, ya que desde pequeños tienen que apoyarse en sí mismos. Y si no hay una persona que los pueda guiar, deberán encontrar solos los ejemplos de las formas de amor que seguirán por el resto de su vida. Así mismo también deberán elegir a quienes admirar y lo que necesitan para sobrevivir.
una pequeña historia
Bert Hellinger en la psicología sistémica plantea que es muy importante que la madre pueda presentar y entregar el niño al padre. Esto con el objetivo de que el hijo o la hija puedan adquirir el tiempo y los momentos valiosos que solo este nexo puede brindar. Evadir este vínculo puede traer traumas y acarrear dificultades para todo el sistema familiar.
Hace algún tiempo recibí una pareja en crisis. Para poder detectar el problema revisamos su historia. Pude notar que algo pasaba con el hijo varón que tienen. Jhoanna la madre se sentía muy insegura y no quería que su chico de 9 años estuviera con su padre Pablo. El padre, del niño, a veces es muy irritable y tiene reacciones excesivas. Johanna comentaba que tenía miedo y que no quisiera que le pasara algo a su hijo.
Este es un ejemplo de la falta de validación de la representación paterna. En este caso, el padre se sintió defraudado, poco valorado y su cólera venía del hecho de que su esposa no le tuviera confianza. En su intento por proteger al niño, Johana lo apartaba de su padre. Tuvimos que realizar un proceso de terapia .Como resultado Jhoanna entregó simbólicamente su hijo a Pablo. Fue un gran alivio para ella, que procesó esta dificultad desde su entendimiento y aprendió a confiar con desde su corazón.
Para Pablo poder recibir a su propio hijo varón fue un gran regalo y un gran descanso. Estaba siendo excluido por la madre. La semana siguiente la madre permitió que su hijo se fuera a acampar con su padre y la familia tuvo una experiencia maravillosa .
Conclusión
El rol del Padre es fundamental en la infancia y lo seguirá siendo a lo largo de la vida. Cuando sanamos nuestras heridas familiares, poco a poco aprendemos a sentirnos agradecidos por esas personas maravillosas que nos han dado la vida. en caso de que sea necesario reforzar o reanudar esos vínculos existen opciones sanas como la terapia. que nos ayudan a comprender nuestras carencias tanto en la infancia como en la adultez.
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Dominique Hennechart
Psicólogo

Acompaño a las parejas para emprender un camino consciente para ser feliz.
Por medio de mi consulta individual y de pareja se restablece el vínculo y se fortalece el amor verdadero.
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